Las mujeres más importantes para mí: mi abuela y mi madre, llevaron el delantal hasta el final se su vida. Formaba parte de su atuendo diario y Lo portaban como amás de casa a tiempo completo. Me dejaron huella e Imitando su costumbre , en ocasiones, lo utilizo en la cocina en honor y recuerdo a ellas.
El delantal o mandil, era habitual en la vestimenta de la mujer del pasado. Ataviadas con el, era una prenda de multiusos , protegía la ropa que llevaban debajo, servía para trasladar en el alda productos de la cocina , huevos del gallinero, fruta y verdura de la huerta, leña del corral... Depositaban la compra de la tienda...servia para limpiar las manos cuando cocinaban , para secar los mocos y lágrimas a los niños....guardaban en su bolsillo los caramelos y monedas que entregaban a los chicos como premio y cariño y lugar de cualquier cosita pequeña perdida se encontraba por la casa.
Algunas veces cosidos en casa, otras comprados en el tenderete de la plaza del pueblo o en la sedería cuando iban a la ciudad; siempre te topabas con ellos por los cajones, cómodas, baul, tendedor de la ropa, cuarto de la plancha, percha,masadería, a remojo en el barreño, en las sillas colgado.....junto a la toquilla lo encontrabas por todos sitios,
Fue una prenda habitual en el ajuar de las mujeres de nuestros ayeres junto a mantas, sábanas, mantelerias, sayas, ropa interior, chambras, toquillas.... Que se les entregaba como dote al casarse .
Mi abuela con cuatro trapos, te hacía bonitos delantales. Era costura de aprovechamiento. Deshacía cualquier prenda y la adornaba con una terminación al bies y un bolsillo gracioso y quedaba súper original . Así los hacia para el mondongo blancos y bordados, para la labor, de hacer media. El colorido era variado mono colores ,negros ,de rayicas de medio Luto, de retales estampados ...de ropa vieja desecha , de tela para hacer camisas del ajuar , de un retal nuevo ..las posibilidades eran muchas .
Mi madre nunca dejó de colocarse el delantal en la casa, le daba igual de que situación se tratase . Lo lucía como una prenda más de a diario. Solia decir que sin el se sentía desprotegida y no podía dejarlo.
Los paños de cocina y los pañuelos de papel...eran más higiénicos y cómodos y los sustituyeron. Quedaron relegados para una generación que se resistía a dejar de usarlo y para cocinar.
AMOR Y NOSTALGIA POR AQUELLAS MUJERES QUE TAMBIEN SABIAN LLEVAR EL DELANTAL Y QUE SILENCIOSAMENTE CONSTRUYERON LA HISTORIA .
# ROSA, vecina DE PLAZUELA DE JEREZ DE LA FRONTERA.
Mural de JUAN CAOS TORO.
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