viernes, 10 de mayo de 2024

EL DELANTAL

 Las mujeres más importantes para mí: mi abuela y mi madre, llevaron el delantal hasta el final se su vida. Formaba parte de su atuendo diario y Lo portaban como amás de casa a tiempo completo.  Me dejaron huella e  Imitando su costumbre , en ocasiones, lo utilizo en la cocina en honor  y recuerdo  a ellas. 

El delantal o mandil, era habitual en la vestimenta de la mujer del pasado. Ataviadas  con el,  era una prenda de multiusos , protegía la ropa  que llevaban debajo, servía para trasladar en el alda  productos de la cocina , huevos del gallinero, fruta  y verdura de la huerta, leña del corral... Depositaban la compra de la tienda...servia para limpiar las manos cuando  cocinaban , para secar   los mocos y lágrimas a los niños....guardaban en su  bolsillo los caramelos y monedas que entregaban a los chicos como premio y cariño y lugar de cualquier cosita pequeña perdida se encontraba por la casa.

Algunas  veces cosidos en casa, otras comprados  en el tenderete de la plaza del pueblo o en la sedería cuando iban a la ciudad;  siempre te topabas con ellos  por los cajones, cómodas, baul, tendedor de la ropa,  cuarto de la plancha,  percha,masadería,  a remojo en el barreño, en las sillas colgado.....junto a  la toquilla lo encontrabas  por todos sitios,

 Fue una prenda habitual en el ajuar de las mujeres de nuestros ayeres  junto a mantas, sábanas, mantelerias, sayas, ropa interior, chambras, toquillas.... Que se les entregaba como dote al casarse .

Mi abuela con cuatro  trapos,  te hacía bonitos delantales. Era costura de aprovechamiento. Deshacía cualquier prenda y la adornaba con una terminación al bies  y un  bolsillo gracioso  y quedaba súper  original . Así los  hacia  para el mondongo blancos y bordados, para la  labor, de hacer media. El colorido era variado  mono colores ,negros ,de rayicas de medio Luto, de retales estampados ...de ropa vieja desecha  , de tela para hacer camisas del ajuar , de un retal nuevo ..las posibilidades eran muchas . 

 Mi madre  nunca dejó de colocarse el delantal en la casa, le daba igual de que situación se tratase . Lo lucía como una prenda más de a diario. Solia  decir que sin el se sentía desprotegida  y no podía dejarlo.

Los paños de cocina y los pañuelos de papel...eran más higiénicos y cómodos y los sustituyeron. Quedaron relegados para una generación que se resistía  a dejar de usarlo y para cocinar.

AMOR Y NOSTALGIA POR AQUELLAS MUJERES  QUE TAMBIEN SABIAN LLEVAR EL DELANTAL Y QUE SILENCIOSAMENTE CONSTRUYERON LA HISTORIA  .



# ROSA, vecina  DE PLAZUELA  DE JEREZ DE LA FRONTERA.

Mural de JUAN CAOS TORO.

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