Un arsenal de emociones!!!..... Pienso....sin recuerdos no somos nada . Este es uno que llevo siempre conmigo, mi paso por el internado.. " Las Anas", me marco y me dejó huella en mi persona.
Un regalo como una Madalena de Proust. A traves de los sentidos, el olfato , gusto ...constantemente encuentro recuerdos de aquella epoca..... Los objetos de mi desván me retrotraen a ese momento, son objetos guardados nunca susceptibles de abandono.
Vivir en el medio rural, allí por los años 70, y proponerte ir a un internado a la ciudad era una idea difícil de aceptar por todo lo que suponia de cambio. De ninguna de las maneras lo acepte, pero obedecí. Sin embargo es lo que mejor nos pudo pasar aquella generación que no podía continuar sus estudios en su lugar de origen.
El planteamiento llevaba implícito un esfuerzo importante para los padres. España empezaba a despegar después de la autarquia, la industrialización empezaba a desarrollarse y el éxodo rural ya se había iniciado. Fueron aquellas familias que siguieron con su arraigo en el pueblo las que tomaban estás decisiones en imitación a otros que anteriormente lo había hecho , sobretodo varones, mujeres pocas.
En una economía agrícola y algún establecimiento industrial, se subsistía y poco más. De modo que el interés y el esfuerzo de las familias es reconocido y admirado.
Las madres nos preparaban el ajuar de internas, todo marcado a cruceta con nuestras iniciales y un número propio para diferenciarnos. Aún recuerdo a mi madre bordando las letras en las sábanas, toallas ropa interior y uniforme. También compraron mi primera bolsa de aseo, mi bata alcolchada, Y un bolso fin de semana donde iba depositando las prendas para el día de partida.
Tuve que abandonar lo que más quería, mi pueblo y a mi familia , especialmente a mi abuela que por motivos profesionales de mis padres me había cuidado siempre.Y a toda la gente con la que convivia y la sentía mía allí en mi pueblo.
Recuerdo con dolor y tristeza aquel momento. No conocia otro universo, ese era el mío , no deseaba otro .Por aquel entonces poco se cambiaba de lugar sino era al médico a la ciudad . Fue el primer desgarro que sentí, me costó acostumbrarme, no sin auténticos lloros a moco tendido.
Aquella casa tan grande, tan destartalada,con gente desconocida me asustaba. Todavía más someterme a un método y a un itinerario de horarios. La comida totalmente diferente a las costumbres de mi casa. La regla y el orden me encorsetaron , me oprimían en contraposición a la libertad de mi vida anterior,
Fue un cambio drástico al que fui poco a poco acostumbrándome, a decir verdad fue las relaciones y la amistad que iba fraguando con las otras niñas lo que me iba calmando la insatisfacción en aquellas estancias.
Allí permaneci, en el coso 80 de Zaragoza hasta que concluyó la etapa que me podían ofrecer. Salí bachiller a continuar otra etapa de mi vida.
Me lleve un grato recuerdo que me acompaña siempre. Fue fundamental en mi educación. Determinaron mi formación . Las circunstancias lo hicieron posible, hoy solo es recuerdo y agradecimiento.
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