Formaba parte de la indumentaria de ayer.
La generación de los años 60 aún lo vimos entre los enseres de la casa, tal vez fue el final de su uso.. hoy queda como relicario.
En todas casas había uno.
Era un cuadrante de tela de algodón de colores naturales.
Servía para transportar objetos y alimentos. Acompañaba en los viajes para depositar las compras y llevar presentes a amigos y familiares de otro lugar.
Con dos puntas se hacía un nudo central y otro nudo con las otras dos restantes que servían de asa para llevarlo. Los objetos se ponían en el centro.
Algunos lo portaban anudado a un palo.
Formó parte de la cultura popular, utilizado por la clase social baja.La gente pudiente llevaba maletas.
Formó parte del estilo de vida que primaba por necesidad, reutilizar y reciclar. Se aprovechaba todo, se era respetuoso con el medio ambiente y se practicaba la sostenibilidad.
Su utilización responde a un momento , a unas condiciones económicas propias de otro tiempo muy diferente al actual en el que hay sobreabundancia de cosas .
Lo recordamos asociado a nuestras eternas abuelas, que tanta huella nos dejaron. Y que forman parte de la memoria colectiva .
Los bolsos, capacetas y otros artilugios modernos lo sustituyeron.
Ya en desuso. Guardado como recuerdo por los nostálgicos a los que los objetos antiguos de nuestros antepasados no evocan recuerdos y queremos atrapar. Nos inspiran momentos, historias familiares inolvidables. Sobretodo nuestro viaje a la ciudad, la madre siempre portaba uno.
Los años de gloria de este elemento de la indumentaria, hace mucho que pasó.