Nuestros antepasados la utilizaban para el frío, con ella se enroscaban y abrigaban tapándose el cuello y la cabeza.
La portaban hombres de campo, agricultores y pastores.
Las autoridades, alcalde y médico llevaban capa , como prenda de abrigo; símbolo de autoridad.
Era una prenda que perteneció a la indumentaria del pasado, del campo, en el medio rural. Formó parte de nuestros" ayeres". Hoy la pandemia de LA COVID 19 , la ha traído al recuerdo por ser sinónimo de mascarilla, barbijo, careta...
Mi madre cuando nevaba me arrebujaba con ella y me llevaba a la escuela.
Hoy, permanece entre los utensilios y enseres que guardo de mis antepasados.
Recordarla como prenda, de otra forma filosófica de existir, me trasporta a una época que me produce nostalgia, por lo que tuvo que ver con mis raíces.
Es una palabra " moribunda", los nuevos usos y costumbres la han lanzado al olvido. Pero las circunstancias del momento la han traído al recuerdo por su similitud con la mascarilla, tan necesaria en la Pandemia.
Recordar nos devuelve a la memoria de pasadas generaciones, nos hace comprender nuestra historia y valorar todo aquello que explica quienes somos.